ANIMAL DE SOMBRAS

He asistido incrédula a tu encuentro
desconocía tus manos y tus lágrimas
No sé a quién lloras, o a quién vives,
pero extiendes los ojos y recoges mi alma.
Beso de ti cada falange, cada hueso,
cada laceración pasada, cada miembro.
Vuelvo tus manos mías, mi pecho tuyo,
pretendo ser tu anhelo a toda costa,
y me dejas habitar sin restricciones
la tierra prometida de tu cuerpo.
Luego, la soledad xenófoba perenne
invoca al pánico y reclama el tiempo,
alguna vez incompartido, de su reino.
Como pájaro ciego al que recién liberan
rehuyo tu luz y me impongo martirios.
Soy animal de sombras, vagabundo,
soy lobo inerme cogido en la trampa
me automutilo y sangro para seguir con vida.

Febrero, 1996.

¿Quieres leer otro poema?

¿Quieres regresar al portal de La casa de La Maga?


web counter code
frontpage hit counter