CORDOBA SIGLO XII

Museo de Salma en la Calle Judíos de la Judería de Córdoba


Datos del Museo

Directora- Salma Garaudy

Calle Judíos, 12, 14004, Córdoba.

Telf. y Fax- 957 29 06 42, llamadas nacionales, o 34,57 29 06 42, llamadas internacionales.

RECORRIDO Y VISITA

En la calle Judíos de la Judería cordobesa abrió sus puertas al público hace pocos meses un bellísimo lugar, lleno de encanto y cuyo ambiente nos transporta a los tiempos del Califato. Su nombre genérico es Córdoba Siglo XII, aunque el nombre es sólo una excusa para invitar al viajero y al paseante a encontrarse con sensaciones y atmosferas vividas por nuestros antepasados, y que de una forma u otra aún palpitan en nuestra memoria histórica. El sabor andaluz de la casa se mezcla perfectamente con los aires orientales, con la música que llena todos los rincones, con los aromas, con el colorido de flores y decoración.

Es por tanto algo más que una casa, es algo más que una estampa tradicional o etnológica, es un ambiente vivo y que invita a vivir, es el goce de los sentidos y el encuentro con nosotros mismos a través de un paseo por nuestra propia historia.

La Arquitectura, bella en sí misma, en la distribución de espacios y volúmenes, en la cristalización de estructuras tradicionales, fue restaurada sabiamente por el arquitecto Arturo Ramírez Laguna, devolviendo a una casa casi arruinada toda su potencialidad como lugar habitable y a su vez cargado de significados dentro del casco histórico. Se trata de una restauración valiente y que ha recuperado parte del legado de las generaciones pasadas, asumiendo su importancia y transcendiendo la especulación habitual en el casco histórico cordobés.

La decoración de interiores es un aspecto muy bien conseguido, dotando al espacio de referentes muebles e indicando al visitante su funcionalidad. Uno de los valores del edifico y museo es su valor como vivienda, como experiencia de hábitat doméstico, como encuentro con las formas de vida tradicionales en gran parte olvidadas por nuestro moderno estilo de vida occidental. Es en eso en donde trasciende al museo tradicional, el cual normalmente se nos muestra como algo estático, frío y con connotaciones de supuesto cientifismo, y casi siempre de mera exposición de trozos muertos de vidas pasadas.

El paseo por esta casa nos enseña cómo se establecen las relaciones entre el espacio público, la calle, y el espacio privado en la sociedad hispano/musulmana. Una vez dentro encontramos el zaguán o casa/puerta, espacio neutral, de transición, en el que los visitantes podían esperar al dueño de la casa sin penetrar en su intimidad.

Tras el zaguán pasamos al patio porticado, en cuyo centro se sitúa una fuente y en uno de los lados el pozo. El patio es el espacio de distribución del paso a toda la casa, y a su vez el centro de la vida de la casa islámica. Es un patio siempre interior, un trozo de naturaleza dentro de la intimidad del hogar, cargado de vegetación, aromas, rumores de agua corriente, húmedo y fresco.

Una de las características más destacadas de esta casa museo es su proximidad a la muralla de la Medina, en su lienzo Oeste a intramuros, conservando perfectamente el adarve interno que distingue a gran parte de las casas de esta calle Judíos y que saparaba a las casas de la muralla.

La fabricación del papel en la Córdoba califal es uno de los elementos más interesantes de los que encontraremos en el recorrido, se han recopilado y se muestran los elementos propios del proceso de elaboración de este material, desde la preparación de la pasta de papel a partir de trapos hasta los últimos procesos de satinado de las hojas. Además se acompaña a la exposición de estos objetos de industria tradicional con una proyección de imágenes referentes a todo este complejo proceso de fabricación del papel.

Bajo la casa actual existen elementos característicos de las viviendas de la judería, en concreto una de las muchas galerías que pasan bajo los inmuebles y calle hasta traspasar la línea de murallas de la ciudad. Su funcionalidad es difícil de definir, aunque posiblemente se trate de un sistema de salida y entrada de personas y mercancías libre de controles.

La existencia de estas galerías se observa por ejemplo en la cercana Sinagoga, bajo cuya sala de oración discurre otra de indénticas características a la aquí comentada y con las mismas dimensiones y orientación.

Desde esta galería se accede a un espacio subterráneo lateral en el que se encuentra integrado un mosaico tardorromano o bizantino con decoración geométrica. Junto a él se encontraron ladrillos visigodos con decoración a molde, datables entre los siglos VI y VII dC. y que se usaban en la construcción de edificios de carácter religioso.

Concluimos aquí la visita a este bello rincón de Córdoba, desde el que invitamos a todos al encuentro con las formas de vida tradicionales, con la vida en armonía con la naturaleza y en donde las relaciones personales cobran un sentido familiar y en definitiva a la medida del ser humano.

Pedro Marfil Ruiz

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