No existo. Soy nada
hasta que tú me invocas
para integrar de nuevo
átomos, pupilas, sinapsis y latidos.
Me saturo de impulsos
me fusiono a las ondas
conjuro las letras amadas de tu nombre
Y me lanzo al espacio
a tocar tu cabello
a saciarme en tu boca
de besos anhelados.
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